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Artículo publicado en Aviación Digital y en La Provincia
El pasado 23 de Julio de 2024, la CIAIAC (Comisión Oficial de Investigación de Accidentes e Incidentes de la Aviación Civil) murió. La aprobación de la Ley de la Autoridad Administrativa Independiente de Investigación y Prevención de Accidentes en los Modos del Transporte aprobada por el Pleno del Congreso de los Diputados la sustituirá, junto a sus 2 hermanas: la comisión oficial de accidentes ferroviarios y la comisión oficial de accidentes marítimos.
El 31 de Julio de 2011, la CIAIAC hizo público su Informe Final – más de 3 años después de ocurrida la tragedia del Vuelo JK5022 – en el que señalaba a los pilotos fallecidos como responsables de la catástrofe más grave de los últimos 30 años en España: 154 muertos y lesiones en 18 supervivientes.
El 13 de Mayo de 2021, el Congreso de los Diputados aprobaba por 212 votos a favor, el dictamen de la Comisión de Investigación sobre el Accidente del Vuelo JK5022 de Spanair, en el que declaraba de forma taxativa que la tragedia se debió a un “fallo sistémico de la aviación civil española” que no me canso de repetir sigue latente, porque nada se ha hecho por corregir las causas que lo provocan.
En sus 12 Conclusiones y 13 Recomendaciones, desautoriza por completo a la CIAIAC: pide que se vuelva a investigar las causas de la catástrofe del 20.8.2008 pero por otra Entidad que reúna las condiciones para ello y exonera a los pilotos fallecidos entre otras cuestiones.
Todos los comparecientes – 43 – se pusieron de acuerdo para decir que la “CIAIAC no es ni ha sido independiente” para realizar sus investigaciones, por lo que era uno de los eslabones de la cadena de seguridad – de los más relevantes – en los que se sostiene “ese fallo sistémico de la aviación civil española”.
Las víctimas, supervivientes, familias y afectados del Vuelo JK5022 no conocimos nunca de la CIAIAC porqué murieron los nuestros, jamás pensaron ni empatizaron con las personas que habíamos sufrido trágicamente la pérdida de nuestros familiares. No tuvo ningún reparo su Secretario General de entonces, Sr. Soto, en declarar en el Congreso “las muchas veces que habló con el Juez titular del Juzgado No 11 que investigó las responsabilidades penales por 154 homicidios imprudentes y lesiones imprudentes en 18 supervivientes”. Reconoció implícitamente que la investigación penal estuvo contaminada por la investigación oficial, cuando ambas son paralelas y nunca debieron mezclarse porque sus objetivos son distintos: una investiga la responsabilidad penal y la otra – la CIAIAC – las causas de las tragedias aéreas para corregir los errores que las provocan en el sistema.
Con la aprobación de la Agencia de Investigación, se cierra la etapa más oscura de las investigaciones oficiales de accidentes en España y aunque la Ley no es lo que me hubiera gustado y por la que tanto he luchado durante los últimos 14 años de mi vida, es un primer paso para continuar un camino que protegerá a ciudadanos y profesionales del transporte aéreo en nuestro País. Incluir la Unidad de Asistencia Familiar ha sido todo un hito: las víctimas de aviación civil en España son la cara amarga de un sector en constante crecimiento y que maneja unos números económicos “mareantes”, por eso, es mejor apartarlas no vaya a ser que les recuerde a sus pasajeros lo que puede pasarles sino llegan a su destino. Pero el Vuelo JK5022 no ha cesado de “volar” …
154 inocentes murieron aquel infausto 20 de Agosto, ellos me dieron la fuerza, el amparo y el empuje para esta carrera de fondo, solitaria e incomprendida, que ha culminado con la desaparición de la CIAIAC…. A pesar de los accidentes aéreos que asolaron España durante los 100 años de transporte aéreo que se cumplieron en 2019, ninguno de ellos arrancó tantas modificaciones, normativas, leyes, etc.…, como las que han conseguido las lecciones aprendidas del Vuelo JK5022: en su nombre, he liderado una lucha llena de lágrimas por la verdad, justicia, reparación y memoria, pero también por “la memoria de los muertos para la seguridad de los vivos: usuarios y profesionales de la aviación civil, tanto nacional e internacional”.
En un viaje a África de hace algunos años, me topé con este dicho suajili:
“Sino tapas los agujeros, tendrás que reconstruir las paredes”.
Los agujeros del sistema acaban derribando las paredes sobre los que se sostienen sino se corrigen. El coste que se paga con esas paredes que caen es inasumible: las muertes de pasajeros inocentes.
En nombre del Vuelo JK5022 durante estos casi 16 años, he estado tapando esos agujeros del sistema de la aviación civil – tanto a nivel nacional como internacional – no quiero que se caigan las paredes por frágiles e inseguras. Estadísticamente es posible que no nos vuelva a tocar, pero seguro que les va a tocar a otros seres inocentes, ninguno de ellos ni sus familias, probablemente sabrá nunca de donde han surgido los cambios que les harán más liviana el “después” de la muerte de sus familiares, me da igual, para mí lo importante es haberlo hecho no que conozcan quién lo hizo.
SIEMPRE EN NUESTROS CORAZONES…. Por todos los fallecidos en tragedias aéreas en cualquier lugar del mundo.